La fiebre es uno de los motivos de consulta más frecuentes en pediatría, especialmente durante el invierno y una vez iniciada la escolarización. Temida por muchos y despreciada por la mayoría, la fiebre en realidad es nuestro aliado en la lucha contra la enfermedad que presenta nuestro hijo. En este artículo responderemos las dudas más frecuentes respecto al manejo de la fiebre en niños
¿QUÉ ES LA FIEBRE?
La fiebre consiste en la elevación de la temperatura del cuerpo más de un grado centígrado por encima de la temperatura habitual del niño. Generalmente, esto ocurre cuando encontramos más de 38º C si se mide en el recto o más de 37,5º C si se mide en la axila.
La causa más frecuente en los niños es una infección vírica, que se resolverá espontáneamente.
Debemos resaltar el hecho de que la fiebre es una reacción del organismo para combatir la infección y activar las defensas del organismo, pero no es la enfermedad en sí, por tanto, lejos de pensar en atacar la fiebre nuestro objetivo debe ser mejorar el malestar del niño y determinar la causa de la fiebre.
¿CÓMO SÉ SI MI HIJO TIENE FIEBRE?
Aunque muchos padres recurren a la técnica de tocar al bebé en la frente para determinar si tiene fiebre, lo más confiable consiste en detectar la presencia de algunos síntomas y confirmarlo midiendo la temperatura corporal con un termómetro.
Los síntomas que puede presentar el niño son: aceleración de las pulsaciones o latidos del corazón, aumento del número de respiraciones, enrojecimiento de las mejillas, le brillaran los ojos, puede estar más inactivo, tener sensación de frío y escalofríos.
¿CUÁNDO DEBO PREOCUPARME POR LA FIEBRE DE MI HIJO?
Cada niño es diferente y sus padres lo conocen mejor que nadie, así que independientemente de cuan alta sea la temperatura, si tu sentido común te dice que puede tener una infección grave, debes consultar con tu pediatra.
En general, cuando un niño mantiene un buen estado general, se encuentra activo y sonriente, con buena coloración a pesar de tener fiebre, podemos vigilarlo en casa. Si la fiebre se prolongará más de tres días, ó presenta señales de alarma como decaimiento e inapetencia, conviene que sea valorado presencialmente por su pediatra.
¿CUÁNDO DEBE ACUDIR A UN SERVICIO DE URGENCIAS?
En algunas ocasiones no puedes esperar a la cita con tu pediatra y es conveniente acudir a Urgencias inmediatamente. Esos casos son:
– Si el niño tiene menos de 3 meses de edad.
– Si su hijo está adormilado, decaído o, por el contrario, muy irritable.
– Si ha tenido por primera vez una convulsión.
– Si se queja de dolor de cabeza intenso y vomita varias veces.
– Si el niño respira con dificultad.
– Cuando aparecen manchas rojas en la piel que no desaparecen al presionar.
¿QUÉ DEBO HACER EN CASA?
Si tu hijo puede permanecer en casa, las siguientes recomendaciones son útiles:
- Confirma si tu hijo tiene fiebre midiendo la temperatura con un termómetro. Si ya has confirmado la presencia de fiebre, vigilar la aparición de signos de alarma y la frecuencia con que la fiebre se eleva.
- Mantén una temperatura ambiental agradable.
- No pongas mucha ropa al niño.
- Ofrécele abundantes líquidos, sin forzarle. El aumento de la temperatura corporal favorece la perdida de líquidos y es necesario mantenerlo hidratado
- No es necesario bajar la fiebre en todas las circunstancias, sólo si el niño está molesto. Esto ocurre, generalmente, a partir de 38-38,5ºC.
- Utilice las dosis de antitérmicos recomendadas por su pediatra respetando los intervalos entre las mismas aunque la fiebre reaparezca antes. Siempre que sea posible adminístrelos por la boca, no por vía rectal.
- No se debe alternar medicamentos para tratar la fiebre.
- Los baños con agua templada disminuyen poco la fiebre. Puede usarlos para ayudar a los antitérmicos.
- No utilice compresas de alcohol, ni de agua fría, no son efectivos para bajar la temperatura y pueden ser contraproducentes
Mitos sobre la fiebre
Hay muchos mitos en torno a la fiebre que atemorizan a los padres y carecen de fundamento científico. Te explico algunos de ellos:
– La fiebre no produce daños en el cerebro, esto solo podría ocurrir cuando la temperatura llega por encima de los 42º C
– Los antitérmicos no curan la infección, sólo ayudan a que el niño se sienta mejor
– Los antibióticos no mejoran la fiebre, solo controlan la infección en caso de que sea de origen bacteriano
– No se ha comprobado que la erupción de los dientes produzca fiebre.
– No es necesario alternar antitérmicos para tratar la fiebre, no es necesario, a menos que lo indique tu pediatra
Recomendación final
Tratar a los niños con fiebre solo cuando la fiebre se acompañe de malestar. No utilizar medicamentos con el único objetivo de reducir la fiebre