Estudios recientes resaltan la importancia de los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga en la dieta infantil como elementos fundamentales para el adecuado desarrollo cognitivo y visual del niño, especialmente durante los primeros mil días de vida. Es fundamental que los padres conozcan sobre estos nutrientes, donde conseguirlos y como ofrecerles a sus hijos
En nuestra sociedad actual existe la tendencia a disminuir la ingesta de grasas en general, sobre todo para controlar los valores de colesterol y obesidad, sin embargo ha aumentado el consumo de ácidos grasos de baja calidad, que constituyen un peligro para la salud del niño a largo plazo, afectando su función visual, aprendizaje y la aparición de enfermedades como hipertensión arterial y diabetes.
¿Qué son los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga?
Los ácidos grasos son moléculas constituyentes de las grasas, principal fuente de energía del organismo y tienen además otras funciones importantes como la absorción de las vitaminas liposolubles (A, D, E y K). Podemos resumir diciendo que son los componentes naturales de las grasas y los aceites. Ellos pueden clasificarse en saturados, monoinsaturados y poliinsaturados.
Los ácidos grasos poliinsaturados tienen especial importancia en el neurodesarrollo infantil debido a que este grupo de nutrientes se depositan especialmente en el cerebro y en la retina, y favorecen una adecuada neurotransmisión, además de estar involucrados en la arborización dendrítica y la reparación neuronal posterior a una lesión celular. Funciones importantes, cierto?
Dentro de los ácidos grasos poliinsaturados, los omega-3 y omega-6 son los más abundantes en los mamíferos. Sus precursores, los ácidos alfalinolénico y linoleico, se consideran ácidos grasos esenciales, porque el organismo los requiere para su normal funcionamiento y no se pueden sintetizar endógenamente. Éstos sólo se pueden adquirir a través de la alimentación.
¿Cómo puede recibir mi bebé estos nutrientes?
Durante el embarazo, el bebé recibe este grupo de nutrientes de la placenta. Los AGPCL se depositan en grandes cantidades en el tejido nervioso del feto a partir de la semana 20 de gestación; sin embargo, después del nacimiento, estas reservas tienden a disminuir, predominantemente el DHA (Omega 3).
El bebé lactante no tiene la capacidad de producir por sí mismo estos ácidos grasos así que debe recibirlos a través de la dieta, siendo la leche materna el alimento más rico en AGPCL en la proporción adecuada y beneficiosa para el desarrollo del bebé. De hecho, los bebés amamantados tienen niveles más elevados que los niños alimentados con fórmulas infantiles no suplementadas con estos nutrientes.
Diferentes estudios clínicos han demostrado que la suplementación con estos nutrientes en la etapa perinatal tiene un impacto positivo en la función cognitiva y visual del lactante. Por eso a partir del año 2014, EFSA estableció que las fórmulas infantiles para lactantes y de continuación debían considerar el DHA como un nutriente esencial, y estableció la obligatoriedad de su inclusión en las fórmulas infantiles. Sin embargo, el AA (serie Omega 6), EFSA no ha establecido una cantidad mínima en las fórmulas infantiles.
Además, la leche materna posee todos los ácidos grasos necesarios y en la proporción adecuada, siendo el único alimento que posee un perfil de ácidos grasos adecuado para la nutrición infantil y el desarrollo cerebral durante los primeros 6 meses de vida.
Después de los seis meses, ¿cómo puedo ofrecer ácidos grasos a mi bebé?
Al iniciar la alimentación complementaria puedes ofrecer los AGPCL de la siguiente forma:
Los ácidos grasos omega-3 se encuentran en el lino, en las semillas de calabaza, en las nueces y, sobre todo, en el pescado de agua fría como la sardina, el arenque, el salmón y el atún.
Los ácidos grasos omega-6 se encuentran en los aceites de semillas de plantas, como la onagra, el girasol, el maíz y la borraja
Recuerda que estos alimentos deben ser ofrecidos en las cantidades y texturas adecuadas para nutrir a tu bebé de forma segura.
Recomendaciones finales
- Incluye los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga en la dieta de tu bebé para aprovechar sus beneficios, que influyuen mejor aprendizaje y función visual entre otros
- La leche materna contiene el perfil de ácidos grasos adecuados en cantidad y calidad para el neurodesarrollo de tu hijo
- Al inicial la alimentación complementaria ofrece a tu hijo alimentos ricos en estos poderosos nutrientes
Dra. Mayerling Zabala, Pediatra