Es probable que debido a la angustia generada por la pandemia COVID-19 y los múltiples cambios que hemos dado a nuestras rutinas olvidemos la importancia de un consumo adecuado de Vitamina D en nuestros niños
La mayoría de nuestros niños ha cambiado sus rutinas radicalmente, perdiendo sus tiempos de exposición solar en el patio de la escuela y mudando su dieta inclusive, pero es importante recordar que la vitamina D es necesaria para garantizar la salud de nuestros hijos y disminuir el riesgo de fracturas asociado a la deficiencia de vitamina D.
¿Es necesaria la Vitamina D?
Como todos habréis oído, la vitamina D es un nutriente esencial determinante de la salud ósea, dado que su principal función es mantener el balance positivo de calcio para favorecer la mineralización del hueso en formación y el desarrollo de la placa de crecimiento. Una función muy Importante, cierto?
Dado que el pico máximo de masa ósea se alcanza a edades tempranas de la vida, y es un predictor de riesgo de osteoporosis en la edad adulta, la ingesta adecuada de calcio y Vitamina D durante los primeros mil días es fundamental para la prevención de raquitismo, enfermedad producida por la falta de calcio y fósforo y por una mala alimentación, que se caracteriza por deformaciones de los huesos que se doblan con facilidad, y la osteomalacia.
Además, estudios recientes también lo relacionan con un efecto protector sobre algunas enfermedades crónicascomo diabetes tipo 1, hipertensión arterial y cáncer.
¿Cuánta cantidad de vitamina D debe recibir mi hijo?
Dependiendo de la edad de tu bebé los requerimientos diarios pueden variar.
La Academia Americana de Pediatría (2014) emitió un informe estableciendo que los bebés menores de 12 meses necesitan 400 unidades internacionales (UI) por día y los niños mayores y adolescentes necesitan 600 UI por día para garantizar una óptima salud ósea.
¿Todos los niños deben consumir la misma cantidad de Vitamina D de acuerdo a su edad?
No, algunos niños pueden tener más riesgo de deficiencia de vitamina D como aquellos que tienen enfermedades que afectan la absorción intestinal, enfermedades del intestino como la enfermedad celiaca o la enfermedad de Crohn, niños con insuficiencia pancreática como la fibrosis quística, o problemas hepatobiliares como la atresia de vías biliares
En estos casos, el pediatra ajustará las dosis necesarias y hará un seguimiento más exhaustivo.
¿Cómo puede recibir mi hijo la vitamina D que necesita?
Afortunadamente la vitamina D puede ser producida por nuestro cuerpo, siendo la piel la principal fuente de producción, necesitando una exposición solar adecuada para producir la cantidad de vitamina D que nuestro hijo necesita. La exposición solar provee el 90% de las necesidades diarias de vitamina D del organismo.
Es bien sabido que actualmente, debido a nuestros hábitos sedentarios de vida y el riesgo de exposición solar inadecuada que genere la aparición de cáncer de piel, hemos disminuido considerablemente la exposición natural a los rayos del sol, y por ende, la producción de vitamina D en nuestra piel, lo cual ha convertido el raquitismo por déficit de Vitamina D en un problema de salud pública.
Durante esta pandemia, al estar encerrados en casa, la exposición solar disminuye aún más, por eso es útil comprender como podemos aprovechar mejor las fuentes de vitamina D
Los niveles de vitamina D en sangre varían según el tiempo de radiación solar, las horas del día y estación del año en que esta tiene lugar, la edad del individuo, la pigmentación de la piel, la superficie expuesta y la aplicación de protectores solar, lo cual explica porque algunos individuos consiguen cantidades adecuadas de Vitamina D con menos exposición solar que otros. Otros factores ambientales como la nubosidad o contaminación ambiental del lugar donde vives determina que necesites más tiempo de exposición
En la península ibérica, una exposición al sol sensata en líneas generales consiste en recibir sol durante 10-15 minutos, en las horas centrales del día (10-15 h), en cara, manos y brazo. Recuerda sin embargo, que en niños menores de 6 meses no se recomienda la exposición solar directa, así que siempre debes consultar con tu pediatra la mejor forma de exponer a tu hijo respetando las condiciones ambientales de tu país, edad y características individuales de tu hijo.
Otra forma de recibir Vitamina D es a partir del aporte nutricional lo cual nos permite recibir el 10% de la vitamina que utiliza el organismo. Son pocos los alimentos que incluyen la VD entre sus componentes naturales de los cuales podemos mencionar el pescado azul, yema de huevo y los alimentos fortificados.
Algunos pescados azules contienen cantidades significativas, aunque variables de unas especies a otras, de unos tejidos a otros y variables también en las diferentes épocas del año.
Por ello, la fortificación de algunos alimentos con VD se plantea como una estrategia preventiva nutricional, especialmente con alimentos destinados a grupos de población de mayor riesgo como son los niños, gestantes y ancianos.
En el siguiente cuadro puedes apreciar las cantidades de vitamina D de los principales alimentos en alimentación infantil:
¿Cómo se la cantidad de Vitamina D que necesita mi hijo en particular?
Calcular la cantidad de Vitamina D que necesita tu hijo como veras depende de su edad y sus características individuales, además debes tomar en cuenta la calidad del tiempo de exposición solar. Por esto, debes revisarlo con tu pediatra
Recomendaciones Finales
- •Los niños y adolescentes, a partir del año de edad, se les debe garantizar una dieta rica en Vitamina D, actividad física al aire libre y una exposición solar sensata.
- Se debe asegurar en los niños de riesgo de más de un año de vida la obtención de 600 UI de Vitamina D al día, mediante la dieta, alimentos enriquecidos y la exposición al sol sensata.
- Recuerda que la exposición al sol sensata consiste en exponerse 10-15 minutos, en las horas centrales del día (10-15 h), en cara, manos y brazos, pero estas recomendaciones pueden variar de acuerdo al país donde vivas y las características individuales de tu hijo como el color de la piel.
- Puede ser necesario suplementar con Vitamina D a los niños y adolescentes de riesgo de más de un año de vida en los que no se puede asegurar la obtención de las necesidades de Vitamina D, sin embargo, esto debe ser realizado siempre por un medico porque existe el riesgo de toxicidad
Dra. Mayerling Zabala, Pediatra